La historia de Elena, una bebé operada de espina bífida
A mitad de embarazo sacaron al feto del vientre materno para reparar la médula espinal y la volvieron a introducir en una operación pionera.
Cuando llegamos a la consulta de Guillermo, nuestro bebé estaba con el corazón en taquicardia y no sabíamos cuanto tiempo llevaba y si saldríamos adelante.
Guillermo no solo supo manejar la situación y nuestros nervios e incertidumbres sino que además le salvó la vida a nuestro bebé.
Cabe destacar que es un excelente médico, pero además es una excelente persona, tuvo una forma de hacernos llegar la información y evolución con mucho tacto y cariño, que nos hizo sentir muy seguros en sus manos en todo momento.
Desde el primer día que estuve en su consulta, lo único que tenía claro es que habíamos caído en las mejores manos y teníamos que confiar en el plenamente. Gracias a eso hoy mi bebé tiene 18 meses y está sano.
Aun mantenemos el contacto con Guillermo que para nosotros es parte de nuestra pequeña familia.
Le estamos muy agradecidos.
Llegas a un hospital en una ciudad que no es la tuya con todo el miedo porque tu embarazo no va bien para confiar en alguien al que no conoces, pero tras varias consultas con el doctor te das cuenta de que te va poniendo las cosas fáciles, que es accesible, que te da confianza y sobre todo que es muy humano y sabe tratar con cariño a sus pacientes. No dudó en darme su teléfono personal para concretar los últimos detalles de la operación.
Aquel día antes de entrar en quirófano pasó a saludarme, todo el nerviosismo se fue porque la confianza que tenía en él y en su equipo era plena y no pudo ser de otra manera, la operación fue todo un éxito. Tras la operación la dedicación que tuvo en mi caso fue excepcional. Venía casi a diario a verme a la habitación, aparte de las revisiones en consulta y si no podía había llamada telefónica o mensaje de WhatsApp.
En mi familia no hay día que no nos acordemos de Guillermo, ya que al ir viendo la buena evolución de nuestra hija sabemos que es gracias a él y a su gran equipo. Elena es un milagro de la ciencia.
Gracias a Dios que me puso al Dr. Antiñolo en mi camino para salvar la vida de mi niño.
Me quedé embarazada en septiembre de 2022. Debido a mi edad (50) me preocupaba la salud de mi bebé y estuve yendo a dos ginecólogos diferentes para tener más control del embarazo y hacer ecos con más frecuencia. Estos dos ginecólogos me trataron desde el principio como si fuera un embarazo más, sin darle importancia debido a mi edad y sin tener la empatía de saber que era prácticamente la única posibilidad de ser madre. Mi percepción era de que no le daban importancia y que incluso a la doctora le molestaba que me hubiese quedado embarazada a mi edad.
Los dos por separado me veían una vez al mes y según ellos, todo iba bien. Pero en la semana 20, el médico que me hizo la Doppler me dijo que mi arteria uterina estaba empezando a funcionar mal. Sin darle mayor importancia, me dijo que me tomara una aspirina al día. ¡Hala! Se quedó tan pancho. Yo ya estaba tomando aspirina de manera preventiva.
En la semana 24, cuando volví a ver a la doctora, me dijo que el bebé estaba muy pequeño. Me dio volantes para otra Doppler y para que me hicieran una amniocentesis y que volviera a su consulta al mes siguiente.
Me hice una Doppler por privado en los días siguientes y a la semana siguiente (semana 25) fui de nuevo a su consulta y me dijo, como molesta: “a usted la vi la semana pasada” y le contesté que claro, y que le llevaba la Doppler que me había hecho por privado. Me dijo que en la privada no podía seguir llevándome el embarazo y que fuera a la seguridad social. Al ser yo funcionaria no me era tan sencillo.
Gracias a la llamada a una clínica ginecológica para hacerme la eco Doppler por privado, me hablaron del doctor que más sabía de medicina fetal en Andalucía y gracias a ellos tuve mi primera consulta con Guillermo Antiñolo el 8 de marzo de 2023.
Fue la primera vez que me sentí realmente comprendida por el médico, que tomó en serio mi caso y me contó la gravedad de mi situación y de mi bebé. Mi hijo era un bebé CIR 2 y que probablemente habría que sacarlo muy prematuramente y pasar mucho tiempo en la incubadora. Salí de esa consulta sabiendo que ahora sí estaba en manos de alguien que de verdad sabía lo que había que hacer y también salí con muchísimo miedo, sabiendo que estaba en una situación muy crítica.
El Dr. Antiñolo me derivó al Hospital de la Mujer al día siguiente y una semana después, el 17 de marzo, nació mi bebé que ya era CIR 3. Mi bebé nació en la semana 27 con 690 gr de peso. Yo no he pasado más miedo en toda mi vida que ese día, hasta que oí el llanto de mi niño en el quirófano donde me hicieron la cesárea. Ni más emoción.
Después vinieron los peores 5 días de mi vida porque a mi bebé le tuvieron que operar de urgencia 2 veces. Y tras esas dos operaciones estuvo 4 meses en la UCI neonatal de Virgen del Rocío, y yo con él a su lado todo el tiempo, salvo unas cuantas horas por las noches para dormir.
A día de hoy no puedo estar más feliz y agradecida a Dios y al Dr. Antiñolo. También, por supuesto, al resto del equipo de profesionales sanitarios que estuvieron con nosotros esos 4 meses. Mi hijo a día de hoy está súper bien de salud, tiene muchísima energía y es un bebé muy feliz. Tiene ya un año y casi no se le nota ya la diferencia entre la edad cronológica y la edad corregida.
Estoy tan orgullosa de mi niño porque ha luchado como un auténtico guerrero desde que estaba en el útero y agradecidísima por poder ser su mamá. Es lo más maravilloso que me ha pasado. Es mi pequeño gran ejemplo a seguir y mi pequeño gran maestro.